Había una vez un cantautor que escribió una canción que de vez en cuando sonaba en las voces de las protestas. Casi como un himno una canción de desamor se convirtió en una protesta contra todo modo de dictadura o contra todo modo de omnipresencia de un Estado de opresión. El cantautor al ser preguntado mantenía que la canción era de desamor, tal vez porque estaba demasiado cerca la feroz interpretación de los medios más conservadores, esos que gustan que las masas mastiquen odio, y que mueven la consistencia de la ignorancia, y de no querer saber nada del otro si no sirve para uno mismo. (leer mas)
viernes, 4 de enero de 2013
La palabra constante, la sonrisa perfecta
Había una vez un cantautor que escribió una canción que de vez en cuando sonaba en las voces de las protestas. Casi como un himno una canción de desamor se convirtió en una protesta contra todo modo de dictadura o contra todo modo de omnipresencia de un Estado de opresión. El cantautor al ser preguntado mantenía que la canción era de desamor, tal vez porque estaba demasiado cerca la feroz interpretación de los medios más conservadores, esos que gustan que las masas mastiquen odio, y que mueven la consistencia de la ignorancia, y de no querer saber nada del otro si no sirve para uno mismo. (leer mas)
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